Siempre que se hace una historia
Se habla de un viejo, de un niño o de sí.
Silvio Rodríguez
De cómo la historia proyecta el futuro en tu Familia Empresaria.
Cuando vemos un partido de futbol, se ha puesto de moda analizar con un mapa de calor, la distancia y las zonas de la cancha que recorre un jugador durante los 90 minutos del partido. Me imagino que a los jugadores les ponen una especie de chip que se registra a través de cámaras termosensibles los tiempos, distancias y recorridos.
Las ultimas semanas por motivos familiares y de trabajo he estado yendo y viniendo a Monterrey, y en el espacio que se abre a la distancia me pierdo en el horizonte pensando que, si yo trajera ese chip inserto – no sé si en el botín izquierdo o cerquita de mi verdiblanco corazón, alguien con una cámara termosensible podría claramente registrar que más de la mitad de mi vida he recorrido esa vena que se inserta en el corazón del noreste mejicano.
Se cruza el desierto y conforme se avanza los paisajes van cambiando, el color de la arena, las necias sandias que se llenan de agua donde no existe, los melones que parecen terrones tendidos en el agreste suelo y de pronto, poco a poco va naciendo el verde en diferentes formas, y conforme llegas a Saltillo por el pan de pulque la tierra se vuelve rojiza y al cruzarlo vienen las montañas que permiten la lluvia que no apaga al carbón.
Esa carretera se cruza con maletas o sin ellas, sirve lo mismo para escapar de huracanes o pandemias. Para frenarte a la mitad en una vid a tomar el fresco con un vino y para aprender a montar a caballo. Mi familia la ha cruzado, quizá cientos de veces si contamos los viajes desde mis bisabuelos. Somos pues, de este pedazo de tierra que es desierto o montaña, pero que se comunica por tierra, por aire y por sueños. Somos todos, viajeros.
¿Como y de donde viajo tu familia? En nuestra ciudad podemos darnos el lujo de saber, de investigar: ¿de dónde migraron los abuelos? ¿tus padres? Ustedes mismos. E investigarlo no solo de manera anecdótica, sino para entender que parte de la historia de nuestros ancestros nos puede servir, que estamos repitiendo.
Y no, no es este el Contexto de la Metafísica, es el contexto de la Empresa Familiar. Y todos tenemos, tendremos o trabajamos para una empresa familiar. Por eso es importante que trabajemos nuestras historias, para conocer, quizá, quien sabe… tengamos pistas en el pasado que nos pueden servir para afrontar el futuro.
Me gusta mucho el ejemplo de la Laguna por que me ha permitido clarificar este tema en diferentes foros. Abordemos al deLorean de Marty McFly y viajemos cien años atrás en el tiempo, para darnos cuenta que también hace un siglo teníamos los mismos problemas y dificultades. Pandemias, cambios políticos, una revolución industrial. ¿Cómo lo afrontamos hace 100 años y como lo vamos a enfrentar ahora?
¿Fue igual nuestra ciudad antes y después de estos eventos? ¿Fue igual nuestra familia? ¿Transformaron sus actividades económicas? Y estas preguntas, detonantes nos pueden ayudar a tener un poco de claridad y proyección hacia el futuro. ¿Cómo queremos que sean nuestras ciudades? ¿Cómo queremos que sea nuestra familia? ¿Nos vamos a transformar? ¿Tenemos la opción de no hacerlo? ¿Qué costo pagamos si nos quedamos igual?
En un mundo donde la velocidad de los negocios viaja en fibra óptica, ¿seguiremos montados en el ferrocarril que dio origen a nuestra actual realidad?
¿Cuáles son las reglas en nuestra familia? ¿Cuáles se relacionan con la empresa? ¿Cómo se dirige? ¿Cómo se debe administrar y compartir? Clarificar quién hizo qué y quienes lo podrán hacer. Y cómo. Identificar el rumbo que siga la familia que se asuma como empresaria
Escribir la historia es importante. ¿Cómo cazamos mamuts? ¿Cómo nos resguardábamos de las inclemencias del tiempo? Pero el partido es largo y debemos plantear estrategia. ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué información requiere la siguiente generación, para plasmarla en nuestras cuevas? ¿Cómo abordar a los mamuts que se disfrazan de datos, de nubes y de plasma? Son nuestra amenaza y nuestra oportunidad. Y no hay espacio.
Son noches entonces para encender fogatas. Para reunirnos con los que somos. Para escribir y para escucharnos. Para orientar la vista en todas las direcciones, como quien está por cruzar una calle. Es tiempo de crecer y de sembrar.
Vamos a hacer un ejercicio.
Cuando empezamos a trabajar un Protocolo Familiar (que es este contrato entre los miembros de las familias que nos ayudan a gestionar la dirección y el control de las empresas), partimos de la historia familiar.
Este fin de semana (o cuando a ustedes mejor les convenga, yo nomas vengo a proponer, no a disponer) … reúnanse con su familia. Los más que puedan ser. Inviten a los abuelos, a los tios, a los primos. Vamos a dividirnos en 3 grupos. Los más mayorcitos de un lado, los chavorrucos de otro lado y el equipo de chamacos y chamacas.
El primer equipo (el de los mayorcitos) trabajen la historia de la familia. Escriban 3, 4, 5 párrafos. ¿De dónde venían los abuelos? ¿Qué hacían? Donde se conocieron, en donde trabajaron, que estudiaron, como se conocieron … Como formaron familia. Para facilitar este ejercicio, vamos a llamar a este equipo, #TeamChabelo.
El equipo de los chavorrucos y las chavorrucas vamos a escribir la actualidad de nuestra familia. Donde estamos, que queremos, como llegamos aquí. Igual, 4 o 5 párrafos, los que quieran. Habrán familias que tienen más poetas que otras familias. No importa, lo importante es el ejercicio. Este es el #TeamChavorrucos
El tercer equipo, el de los alevines, escriban 4 o 5 párrafos de donde quiere estar la familia en el futuro. Diez, veinte, treinta años adelante. Igual, lo más detallado que podamos. A que nos queremos dedicar, como queremos que sea nuestra transformación, como vamos a evolucionar. #TeamMicrochips
Una vez que los tres equipos concluyeron su trabajo, el #TeamChabelos va a revisar el trabajo del #TeamMicrochips. Van a ajustar, quitar, poner, acomodar. Y después ese mismo trabajo lo va a revisar el #TeamChavorrucos.
El #TeamChavorrucos va a revisar el trabajo del #TeamChabelos, e igual van a ajustar, quitar poner y acomodar, para al final pasárselo al #TeamMicrochips quienes harán lo propio ajustando y modificando.
Así mismo, el #TeamMicrochips va a revisar el trabajo del #TeamChavorrucos, lo van a ajustar y pulir para pasárselo al #TeamChabelos que darán sus opiniones y agregados.
Al final, tendremos un documento que revisa nuestro pasado, el presente y el futuro de nuestra familia, con el que todos nos sentimos identificados y podemos plasmarlo en nuestro protocolo familiar.
Nos puede servir como testimonio también para las siguientes generaciones, nos puede servir como hoja de ruta de a donde queremos ir y como queremos llegar al futuro sintiéndonos bien con nosotros mismos y conciliándonos como personas y familias.
Y también hay que acordarnos, que – como escribió Fernando Delgadillo
Que un buen día nos marcharemos
Y tal vez podrán decir
¡En verdad, que fueron grandes
Los viajeros que cruzaron por aquí!
Fernando Todd
mail@fernandotodd.com