“Todo fluye, nada permanece”
-Heraclito.
En el dinámico escenario empresarial actual, las empresas familiares enfrentan desafíos que ponen a prueba su capacidad para manejar el cambio mientras se apegan a sus raíces tradicionales. Aunque establecer un Protocolo Familiar representa un paso esencial para salvaguardar la continuidad y los valores familiares dentro del negocio, es fundamental reconocer que su mera creación no garantiza el éxito. Su verdadera efectividad se manifiesta cuando se implementa y ejecuta adecuadamente a través de estructuras de gobierno corporativo robustas, que son esenciales para navegar la complejidad de un mercado en constante evolución.
El Protocolo Familiar se diseña para codificar los valores, visiones y estrategias fundamentales de la gestión empresarial y la planificación de la sucesión. Sin embargo, su utilidad es limitada sin una implementación efectiva a través de órganos de gobierno que aseguren su cumplimiento y adaptación a lo largo del tiempo. Un documento en sí mismo no puede garantizar la sostenibilidad ni el éxito a largo plazo si no se integra activamente en la gestión diaria del negocio.
Los órganos de gobierno, como los Consejos de Administración y los Comités de Dirección, son cruciales para activar y sostener el Protocolo Familiar. Estas entidades proporcionan el marco necesario para las decisiones estratégicas y la resolución de conflictos, asegurando que los principios y políticas del protocolo se apliquen de manera consistente y se revisen regularmente para mantener su relevancia y efectividad.
Además, uno de los roles más importantes de estos órganos de gobierno es asegurar que el Protocolo Familiar evolucione con la empresa y el entorno del mercado. Las empresas no operan en el vacío; están expuestas a constantes cambios tecnológicos, fluctuaciones económicas y cambios políticos y legales. Un consejo de administración proactivo y comprometido es fundamental para guiar a la empresa familiar a través de estos cambios, adaptando el Protocolo Familiar según sea necesario para alinear la empresa con sus objetivos a largo plazo y las realidades del mercado.
La presencia de un gobierno corporativo sólido es igualmente vital durante la transición generacional, un período crítico para cualquier empresa familiar. El proceso de sucesión puede ser emocionalmente turbulento y estar lleno de potenciales conflictos. Los órganos de gobierno pueden suavizar este proceso al proporcionar un marco objetivo y estructurado para la toma de decisiones, garantizando que la transición respete tanto la visión del fundador como las aspiraciones de las generaciones más jóvenes.
Sin embargo, la implementación de un gobierno corporativo efectivo en empresas familiares también enfrenta desafíos significativos. Requiere un compromiso firme de todos los miembros de la familia para respetar las estructuras de gobernanza y participar activamente en los procesos establecidos. Además, es necesaria una clara separación entre los intereses familiares y empresariales, lo cual puede ser complicado sin una comunicación clara y límites bien definidos.
En resumen, aunque el Protocolo Familiar es una herramienta valiosa para las empresas familiares, su verdadera fuerza reside en su ejecución a través de órganos de gobierno efectivos. Estos no solo aseguran la adherencia al protocolo, sino que también permiten que la empresa familiar se adapte y prospere en un entorno empresarial que está en constante cambio. Sin una estructura de gobierno corporativo sólida, el Protocolo Familiar corre el riesgo de convertirse en un documento bien intencionado pero ineficaz en última instancia. Por lo tanto, las empresas familiares deben priorizar tanto la creación de un Protocolo Familiar como la instauración de un gobierno corporativo dinámico y reactivo que pueda llevar a cabo la visión y valores de la familia dentro de un marco empresarial exitoso y sostenible.
La necesidad de manejar el cambio en las organizaciones modernas no puede subestimarse. Es crucial que las familias empresarias preparen a sus miembros para gestionar un entorno cada vez más cambiante, no solo equipándolos con herramientas para tomar decisiones, sino también para implementarlas efectivamente. Formar equipos diversos y complementarios es clave para recolectar diversos puntos de vista y llegar a mejores soluciones. Gestionar los conflictos de manera constructiva y equilibrar la apertura en la discusión con la acción decisiva es fundamental para adaptarse con éxito y garantizar la continuidad en un mundo que no espera a nadie.
Fernando Todd
CEO en Todd Empresas de Familia, SC
www.empresasdefamilia.mx
IG fernandotodd