El sistema familia empresa está constituido por un sistema integrado por tres diferentes esferas: la familia, la empresa y el patrimonio.
Se trata de un sistema que frecuentemente pone a prueba la relación afectiva entre los miembros de la familia empresaria. Lograr entrelazar armónicamente lo afectivo-emocional, con lo laboral y económico, implica compromiso y trabajo, y nunca debe darse por sentado. Necesita un acuerdo básico, pero al mismo tiempo desafiante: no sobrepasar los límites.
En las familias empresarias es importante que entendamos que existen espacios para hablar de cada tema. Debemos en la medida de lo posible separar cada aspecto y tratar los temas de la empresa en la empresa, los de la familia en la casa y en otro espacio hablar acerca del patrimonio.
Solo siendo conscientes y estando alertas para evitar y minimizar confusiones o mezclar estos aspectos, podremos mantener la armonía de la familia y también el éxito de la empresa familiar.
Y no se trata solo de un interés meramente afectivo o emocional, se trata de un interés nacional, pues según el INEGI, el 90% de las PYMES en México son empresas familiares y generan más del 80% del PIB. Es decir, que las empresas familiares constituyen el motor de la economía de México.
Las empresas familiares buscan trascender generaciones. ¿Cómo lograrlo?
Existe un punto de inflexión entre tener una empresa familiar y ser una familia empresaria, esto viene dado por la intención de trascendencia. Los fundadores usualmente se mueven por su deseo de que la empresa familiar y el patrimonio construido logre transmitirse a las nuevas generaciones, pero preparar la sucesión es el principal reto al que se enfrentan las familias empresarias. Para lograrlo, es necesario construir una estructura eficiente.
Tengamos en cuenta que las estadísticas pre-pandemia nos hablaban de que sólo 26 de cada 100 empresas lograban pasar a la segunda generación y, únicamente, 7 de cada 100 a la tercera. A este balance nada alentador hay que agregar que hoy por hoy existen complicaciones adicionales.
No se trata únicamente de preparar la sucesión patrimonial y el cambio de mando de nuestras empresas, sino que todo debemos hacerlo en un ambiente de constante transformación en diferentes niveles que va desde lo geopolítico hasta la transformación digital, y que configura un entorno sumamente complejo.
Pasamos de una situación volátil, incierta, compleja y ambigua (VUCA por sus siglas en inglés) que existía desde mediados de los años 80s, a una que es quebradiza, no lineal, que genera ansiedad y es incomprensible (el BANI, por sus siglas en inglés). Este es el contexto que nos presenta la nueva realidad.
En este entorno, las familias empresarias deben encontrar en su ADN los elementos necesarios para fortalecerse. Buscando la conjunción de los diferentes y valiosos aportes que pueden hacer los miembros de las diferentes generaciones que las integran: los fundadores aportando sus experiencias de haber levantado empresas mientras sortearon otra crisis; y, las nuevas generaciones que entienden el mundo desde otras perspectivas. Sin duda, estas dos visiones son una fortaleza si sabemos escucharnos desde el respeto y la apertura.
No hay mejor espacio para abrir estos diálogos que desde el Gobierno Corporativo. Poner en blanco y negro los acuerdos, establecer juntos la visión, plasmar la estrategia y dar vida a las estructuras de gobierno acordes al sistema familiar empresarial.
En 2018, el Consejo Coordinador Empresarial establecía en la última versión del Código de Mejores Prácticas, que el Gobierno Corporativo era una prioridad nacional. Hoy, 4 años después y luego de todo lo que hemos pasado, esa urgencia no solo sigue presente, sino que se ha incrementado.
Es hora de que te preguntes, ¿hacia dónde estás visualizando la creación, transformación o la diversificación de tu empresa familiar?
Habrán sin duda muchos retos para las Empresas Familiares y ya estamos en el momento adecuado para plantear estrategias.
Debemos entender que pasar la estafeta de la Empresa Familiar llevará en los siguientes años complejidades adicionales. Los cambios se siguen dando de manera vertiginosa, no podemos ser meros espectadores, debemos entender que debemos actuar con premura y anticipación para lograr mantener, transformar y fortalecer a nuestra empresa familiar. Y en esta premura cuidar nuestra relación afectiva de familia es fundamental, porque sobre eso se estructura la empresa.