El mundo ha sido testigo de una serie de sucesos que han tenido un profundo impacto en el ámbito del gobierno corporativo. Desde el aumento de la conciencia sobre la responsabilidad social empresarial hasta la creciente demanda de transparencia y rendición de cuentas, las empresas se han enfrentado a desafíos sin precedentes. En este contexto, la adopción de prácticas sólidas de gobierno corporativo se ha vuelto más crucial que nunca para garantizar la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de las organizaciones.
Una de las tendencias más significativas durante este período ha sido el creciente enfoque en la ética empresarial y la responsabilidad social. Los consumidores y los inversores ahora valoran no solo la rentabilidad financiera de las empresas, sino también su impacto en la sociedad y el medio ambiente. En consecuencia, las empresas se han visto obligadas a adoptar políticas y prácticas más éticas, como la implementación de programas de sustentabilidad y la promoción de la diversidad e inclusión en todos los niveles de la organización. En el futuro, esta tendencia continuará ganando impulso, y las empresas que no respondan a estas expectativas podrían enfrentar consecuencias reputacionales y legales significativas.
Además, la exigencia de transparencia y rendición de cuentas también ha aumentado considerablemente en los últimos años. Los escándalos corporativos y financieros han llevado a un mayor escrutinio por parte de los reguladores, los inversores y el público en general. Como resultado, se han implementado regulaciones más estrictas y se ha fortalecido la supervisión y el cumplimiento normativo. En el futuro, se espera que esta tendencia se mantenga y se intensifique, lo que requerirá que las empresas mejoren aún más sus mecanismos de gobierno corporativo, establezcan controles internos robustos y fomenten una cultura de integridad y ética empresarial en toda la organización.
En última instancia, los sucesos de los últimos cuatro años han dejado claro que el gobierno corporativo efectivo es fundamental para el éxito y la supervivencia de las empresas en un entorno empresarial cada vez más complejo y exigente. Aquellas organizaciones que sean capaces de adaptarse y adoptar prácticas sólidas de gobierno corporativo estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades emergentes. El gobierno corporativo no solo es una cuestión de cumplimiento normativo, sino también un impulsor clave de la confianza de los inversores, la estabilidad financiera y la reputación corporativa. En definitiva, el futuro de los negocios dependerá en gran medida de la capacidad de las empresas para abrazar los principios del buen gobierno corporativo y convertirlos en una parte integral de su estrategia empresarial.
Pero mientras eso pasa, nos acechan otros Rinocerontes Grises – amenazas altamente probables pero desatendidas, como lo explica Michel Wucker en “The Gray Rhino”-. Quizá estemos cerca de vencer a la pandemia, pero existen nuevos retos que deberemos afrontar en el futuro cercano.
Además de la situación política polarizada en el mundo en general -y en nuestra Latinoamérica en lo particular -, la revolución tecnológica y los nuevos modelos de negocio, los reacomodos geopolíticos y sus impactos económicos, aunado a los problemas de logística derivados de los rompimientos de las cadena de suministros a nivel mundial, entre otras nimiedades, me hacen pensar que estamos todavía lejos de la normalidad. O quizá, esta sea la Nueva Realidad.
Una máxima latina escrita en el año 390 establece: Si vis pacem, para bellum. Es decir, si quieres la paz, prepara la guerra.
El Arte de la Guerra, de Sun Tsu, ha sido considerado el mejor libro de estrategia militar, y ha inspirado a otros autores y estrategas, desde a Maquiavelo o Napoleón y se ha llegado a aplicar también al mundo de los negocios.
Por ello, quiero compartir en este texto tres recomendaciones con las que, desde mi experiencia, pudimos ayudar a distintas empresas familiares a sortear los convulsos años que hemos pasado. Estas recomendaciones estarán enmarcadas buscando darles claridad, con frases de El Arte de la Guerra de Sun Tsu, pero con la idea – siempre – de buscar la paz.
- «Conoce al adversario y sobre todo conócete a ti mismo y serás invencible».
Nuevos retos, nuevos acuerdos. Quienes trabajamos con Empresas Familiares estamos familiarizados con el Protocolo Familiar, que no es más que un documento que recoge los intereses y las inquietudes de los integrantes de la familia, entorno a la Empresa y el Patrimonio. Son las reglas del juego.
Este contrato establece los derechos y las obligaciones de los integrantes de la familia en relación con su rol dentro del sistema, y establece una visión clara de hacia donde vamos a ir como grupo empresarial y como familia.
Escuchaba una conferencia de Yuval Harari donde decía que los humanos logramos dominar al mundo por nuestra capacidad de trabajar en grandes grupos y de manera flexible. Ninguna otra especie animal puede hacerlo, y esto es posible gracias a nuestra imaginación y nuestra capacidad de crear y creer historias de ficción, y mientras todos creamos las mismas historias, todos podemos seguir las mismas reglas.
Por eso es importante contar la historia de nuestra familia, acordar en conjunto nuestra visión a futuro y dirigirnos con entusiasmo hacia allá.
Y es que trabajar nuestro protocolo (o desempolvarlo un poco), es quizá una de las necesidades más urgentes en las Familias Empresarias, dado los múltiples factores de cambio que se están presentando.
Por un lado, afortunadamente los avances de la ciencia y la medicina están logrando que la esperanza de vida se acrecenté en la generación de los fundadores mientras que los jóvenes reclaman un espacio de participación cada vez más activo en las decisiones de las empresas.
Y más aún, como vamos a integrar a nuestras empresas a nuestros familiares que tuvieron la oportunidad, durante la pandemia, de desarrollar habilidades tecnológicas que aún quizá no alcanzamos a sopesar. Por que más allá del zoom y de otras cuestiones “relativamente conocidas” previamente, debemos considerar que dentro de 10 años (que parecen largos, pero no lo son) al lado de nosotros se sentarán nuestros hijos o nietos que aprendieron a sumar, a leer o a escribir desde un monitor.
¿Cómo cambia esto tu visión del mundo? ¿Cómo cambia la perspectiva de esta generación de la pandemia?
¿Cómo nos vamos a preparar para este escenario, entendiendo que aún hoy es la Sucesión Directiva y Patrimonial el principal reto que se tiene en las empresas familiares?
Por eso es importante durante el ejercicio de (re)negociación del Protocolo Familiar, conocernos y fijar metas en común a corto y mediano plazo.
- «Quien no tiene metas, es poco probable que las alcance».
Uno de los errores más frecuentes que he encontrado en las Empresas Familiares de Latinoamérica es la falta de Planeación Estratégica para sus empresas.
Tenemos un gran instinto y confiamos en el como dogma de fe, y trabajamos con mucha pasión y energía, pero quizá nos falta dar ese enfoque especifico y ese seguimiento a la consecución de los objetivos trazados.
También es cierto que vivimos en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo, ambiguo) y debemos entender que el mapa no es el territorio.
El Plan nos servirá de faro y no estará exento de variaciones. Recuerdo un cliente que el 2020, en medio del Comité de Crisis derivado de la Pandemia, al revisar su Planeación Estratégica hacia la broma de que pareciera que el navegador del coche nos decía “recalculando” cada vez que nos reuníamos. Pero la meta estuvo clara desde un inicio y eso nos dio margen para recalcular en tiempo.
Además, el Plan Estratégico es el núcleo de los trabajos del Consejo de Administración. Fijemos metas y alcancémoslas.
- «Quien sabe resolver las dificultades las resuelve antes de que surjan. El que se destaca en derrotar a sus enemigos triunfa antes de que se materialicen sus amenazas».Sun-Tsu
Establecer un sistema de Gobierno Corporativo dejó de ser opcional para todas aquellas empresas que pretenden trascender a la siguiente generación, transformarse o innovar.
Es hoy por hoy, fundamental para acceder a créditos bancarios o de capital privado, y podrá prever y controlar situaciones de hecho que se presentan en la vida cotidiana de los accionistas/familiares, además de preparar a la empresa para sobrevivir el cambio generacional en la dirección de la misma, a establecer reglas de entrada a Accionistas o Socios a las empresas del Grupo familiar, así como las directrices a seguir en caso de sucesiones o en materia de ingresos de socios, accionistas o empleados a las empresas por cuestiones de parentesco de cualquier tipo, previendo así potenciales problemas no solo empresariales, sino en la familia.
Es la mejor herramienta dirimir conflictos entre accionistas, dar transparencia a las diferentes ramas familiares y controlar la operación de las empresas, dando cumplimiento a los acuerdos del Protocolo, al Plan Estratégico y la debida vigilancia de la sociedad.
Si es mucho trabajo. No, no son recetas mágicas, pero no hay tiempo ni espacio para improvisaciones. Una última frase de Sun Tsu, que la dejo para reflexión personal de nuestros radio escuchas, dice que Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.
Para conocer más de Gobierno Corporativo en Empresas Familiares ve a https://empresasdefamilia.mx/gobierno-corporativo-para-empresas-familiares-en-mexico/
Fernando Todd